Este caracol, con su característica concha aplanada y frágil, de hábitos nocturnos y propio de bosques caducifolios es una especie vulnerable calificada como especie "de interés prioritario" según la Lista Roja de la Unión Europea, debido principalmente a la degradación y desaparición de su hábitat (por deforestación, incendios forestales, cambio de cultivo, ...).
Es una especie endémica del norte de la Península Ibérica y de la Bretaña francesa.
Debido al aislamiento de sus poblaciones es de los pocos caracoles terrestres protegidos por las Leyes Internacionales.
Es una especie exclusiva de zonas de clima atlántico, asociada a bosques maduros de caducifolios como robles, hayas y castaños en suelos con abundancia de troncos en descomposición en donde viven hongos y musgos. Necesita un alto grado de humedad ambiental, por lo que es típico encontrarlo junto a arroyos, bajo piedras o troncos abatidos.
Este ejemplar ha sido fotografiado en Arzúa (Galicia).
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