19 mayo 2011

EL ARPÓN DE LA CHARCA

Recuerdo cuando comencé con esto de la fotografía de fauna. En mis comienzos había animales como la garza que me parecían imposibles. Me acercaba a la costa de mi pueblo (Rianxo) y allí las observaba en la lejanía. Cuando comenzaba mi sigiloso acercamiento estas desconfiadas aves salían volando, incluso teniendome a más de 100 m. Evidentemente, la decepción era grande, y las fotos sólo dejaban ver un pequeño punto alargado en medio de la inmensidad de la costa. Luego comencé a usar el hide y todo cambió: largas sesiones de espera, madrugones, frío, calor, ... pero de vez en cuando daban sus frutos. Mucho tengo que agradecer a este cubículo de tela donde me agazapo en silencio esperando la llegada de las aves. Es una delicia ver como esta desconfiada especie pasea en la charca a escasos metros del hide, arponeando todo cuanto se mueve entre sus patas. Aún así, siempre está alerta, y los movimientos del teleobjetivo han de ser extremadamente lentos.

0 comentarios: